miércoles, 29 de septiembre de 2010

Tsukimi en Matsumoto

Uno de los festivales más importantes del otoño en Japón es el Tsukimi, que consiste en mirar la luna. Y es que Japón es un país de tradiciones muy poéticas y muchas están relacionadas con admirar la naturaleza. El Tsukimi se celebra coincidiendo con la primera luna llena de otoño, o sea la semana pasada. 



Tenía unos días libres y me fui a Matsumoto, en la región de Nagano. Allí hacían una fiesta para ver la luna desde el castillo de Matsumoto. Sólo hubo un pequeño inconveniente: el cielo estaba nublado y la luna no se vió. Pero como Photoshop hace milagros, le he añadido una luna a mi foto y así me hago una idea de como hubiese sido...
También había música tradicional japonesa y ceremonia del té con "dango" (pastel en forma de luna llena típico del Tsukimi).



Matsumoto está a dos horas y media de Tokyo. Es una ciudad tranquila, pero a la vez atrae bastante turismo de montaña ya que desde allí se accede a los Alpes Japoneses. 



Las calles del barrio antiguo y algunos templos hacen que pasear por Matsumoto sea muy agradable a pesar del frío invernal que hacía.



También es interesante el museo, que expone objetos tradicionales de la ciudad tan curiosos como estos patines-sandalia.


Pero la principal atracción es el castillo de Matsumoto, del siglo XVI, uno de los más importantes de Japón, y de los pocos que se conservan. Casualmente conocí a Teruo, un guía voluntario que me me acompañó en la visita. A pesar de lo interesante que podía ser la historia del castillo y ver la estructura original que se conserva, lo más emocionante para los visitantes son las escaleras. Hay un tramo en que la inclinación es de 60º. Aunque lo peor llega a la hora de bajar esas escaleras de madera, y sin zapatos, porque te los tienes que quitar a la entrada. Parece que suele haber bastantes caídas espectaculares, a cada tramo de escalera pensaba que yo iba a ser la protagonista del día. 




Cuenta la leyenda que a uno de los criados se le apareció una mujer muy bella y le pidió que le construyesen un santuario a cambio de proteger el castillo. Ese santuario sigue estando en el ultimo piso del castillo, y yo me quedo con la conclusión de Teruo: "si este castillo sigue estando aquí después de 400 años y cada día viene gente a visitarlo, es que el santuario funciona".

domingo, 26 de septiembre de 2010

Latin Beat Film Festival


La semana pasada pasó por Tokyo el Latin Beat Film Festival, un festival de cine español y latinoamericano que se hace en Japón por séptimo año consecutivo. Ahora continúa en Kyoto y terminará el 11 de octubre en Yokohama.

Este festival es pequeño pero está teniendo mucho éxito, todos los días las salas se han llenado. Aunque la mayoría eran japoneses, también se veía a bastantes mexicanos y españoles aprovechando la oportunidad de ir al cine y entender la peli que van a ver sin problemas.
El festival se hacía en una sala de los cines Wald9 de Shinjuku. Como en Japón todo está en vertical, la sala estaba en la planta 13!


Uno de los días fui con dos amigos japoneses: Yoko y Yoshi. Antes de la peli, y para hacer una Latin Night completa, fuimos a comer unas tapas a un bar español. Para mi sorpresa estaba todo bastante bueno. Tortilla de patatas, pulpo a la gallega, pa amb tomàquet... El restaurante se llama Paradorina, y está junto a la estación de Shinjuku. Todo un descubrimiento.



Otro día, en el festival, tuve la oportunidad de hablar con dos de los organizadores y les pregunté cual era su película favorita. Ambos coincidieron en recomendarme "Abel", dirigida por Diego Luna, pero los horarios no me iban demasiado bien, así que me quedé con las ganas de verla. Y justo ahora esta película ha ganado un par de premios en el Festival de Cine de San Sebastián. Así que tomad nota por si podéis verla, yo lo intentaré.


La que sí vi es Revolución, que ha ganado el Premio de la Audiencia en el Latin Beat Film Festival. 10 cortometrajes de jóvenes directores mexicanos (entre ellos Gael García Bernal y de nuevo Diego Luna), que retratan su visión particular de la revolución mexicana.


La ganadora del festival como mejor película ha sido "Pájaros de Papel" dirigida por Emilio Aragón. Y a Tokyo se ha venido a recoger el premio, quien se lo iba a decir.


martes, 21 de septiembre de 2010

Sumo, un deporte con mucho peso


Sólo 3 veces al año se puede ver sumo en Tokyo en el estadio Kokugikan. Y ahora es uno de esos momentos: del 12 al 26 de septiembre, se está celebrando el torneo de otoño.






A mí, en general, no me gustan los deportes de contacto, pero tenía curiosidad por el sumo. Lo había visto en la tele (cada día lo retransmiten en directo) y ya me había llamado bastante la atención, pero he ido al estadio y ha sido un flechazo. A partir de ahora soy fan del sumo. 

Japón es el único país en el que se practica profesionalmente, pero no todos los luchadores son japoneses. De hecho hay muchos extranjeros, sobretodo de Mongolia y Corea. Pero también algunos Europeos, como el búlgaro Kotooshu, uno de los mejores luchadores y de los más conocidos. Era a uno de los que más aplaudían. En el estadio la gente estaba entregadísima, gritando los nombres de sus ídolos, los luchadores de sumo son auténticas estrellas. A pesar de eso, algunos aun tienen que coger el metro como el resto de los mortales.



El sumo no es sólo un deporte, hay muchas más cosas que dos tíos gordos empujándose. Es parte de la tradición y la cultura japonesa, y está ligado a conceptos religiosos, por eso tiene un componente espiritual muy importante.
Antes de empezar cada combate hay una serie de rituales relacionados con la purificación que cada luchador tiene que hacer, esto es lo que lleva más tiempo, después el combate en sí dura pocos segundos, hasta que el primero cae o sale del círculo. Ser un gran aficionado o periodista tiene sus riesgos: mas de un luchador ha salido volando del ring y ha caído encima de los de la primera fila. Ha habido un momento en que uno se ha caido con tanta fuerza encima de un fotógrafo, que han ido a recogerle del suelo, no al luchador sino al fotógrafo. ¿Cobrarán un plus de peligrosidad por eso?



Durante el torneo hay diferentes ceremonias, por ejemplo:
La ceremonia de entrada, en la que se presenta a los  "rikishi" (luchadores) mientras suben al ring con sus trajes ceremoniales: una especie de delantal, un poco ridículo porque solo les tapa por delante. Forman un circulo, se miran entre ellos y hacen un saludo.




La danza del "yokozuna" (el más alto rango en sumo), el momento en que la gente más aplaude y grita a su ídolo.




Y para cerrar el día la danza del arco, en la que el luchador levanta una pierna todo lo que puede aguantando el equilibrio con la otra, cosa nada fácil para alguien que pesa unos 200kg.



La final es el domingo, toda la tarde pegada a la tele, no me la pienso perder.

sábado, 18 de septiembre de 2010

El bar Kamiya


Asakusa es un barrio de Tokyo famoso por sus templos y tiendas de artesanías, es una de las zonas más visitadas por los turistas que buscan el Tokyo tradicional, alejándose de los rascacielos, las grandes avenidas y las luces de neón. Pero este barrio no ha sido siempre tan tranquilo. Hasta la Segunda Guerra Mundial, Asakusa fue la zona más dinámica y vibrante de la ciudad, el lugar para ir a divertirse. De aquella época queda ya poco, pero uno de los lugares que se ha mantenido a pesar del paso de los años es el bar Kamiya.



Abrió sus puertas en 1880, y se dice que es el bar de estilo occidental más antiguo, no solo de Tokyo, sino de todo Japón. La verdad es que la decoración no es su fuerte. Buscábamos un bar con historia y glamour pero al entrar encontramos un comedor enorme, con luz blanca y mesas pegajosas.


Pero la gente viene a este bar no por su antigüedad, ni por su decoración, sino por su cocktail estrella: el Denki Bran. El bar Kamiya inventó este cocktail con base de brandy y mezclado con ginebra, vino y hierbas. Y en el mismo bar tienen una tienda donde se puede comprar embotellado. Es bastante fuerte, pero la mayoría de gente que había en el bar bebía Denki Bran, y los japoneses no se cortaban, los de la mesa de al lado se tomaron 3 en un momento. Y una vez fuera se veían oficinistas salir dando tumbos. Una tradición aun más antigua que el bar.



miércoles, 8 de septiembre de 2010

Las chicas rockean en Tokyo


Las chicas invaden los escenarios en los pequeños clubs de rock de Tokyo. Algunas de estas bandas, como Pinsalocks, a las que vi el mes pasado en Shimokitazawa, han traspasado fronteras y han llegado a tocar en Europa y USA.
Y los clubs no paran de programar conciertos con estas girl bands. Este mes, en Tokyo, hay conciertos con nombres como Shibuya Girls Festival o Girls Be Ambitous. Ya os podéis hacer una idea de la cantidad de bandas femeninas que hay por aquí. Yo ayer estuve en el concierto Beat Happening en el club Lush de Shibuya, en el que actuaban 5 grupos en los que las chicas eran mayoría. Chicas haciendo mucho ruido y con ganas de dar guerra: aunque visten con zapatitos, faldas de colores llamativos y coletas, no tienen nada de niñas buenas. Sorprende ver la furia con la que rascan la guitarra y como sacan su lado mas punk en el escenario.


Los grupos que vi ayer iban desde los berridos más desafinados con vestidos de La Casa de la Pradera (Amedama Ongakuya), hasta el rock con un toque electrónico (Passepied) o el punk-rock más bailongo (Tance boy, The Vitriol), aunque los japoneses son un poco sosainas y el público apenas se movía, de hecho ni siquiera hablaba entre canción y canción.


Tokyo tiene una gran cantidad de conciertos en pequeños bares todos los días de la semana. Ese es un buen trampolín para los pequeños grupos locales ya que en cada concierto actúan una media de 5 bandas, con lo cual si eres músico en Tokyo tienes la posibilidad de tocar muy a menudo. Lo curioso es que en la entrada te preguntan a que banda vienes a ver, una forma de saber que grupos tienen más tirón. Lo que no sé si también cobran en función de eso.
Yo iba a ver a Viridian, un grupo que conocí hace unas semanas. Este grupo lleva unos cuantos años moviéndose por los escenarios y hacen un rock con influencias de grupos como L7, según me explicaron ellas.



Yeah! Girls rule.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Awa Odori en Koenji

A finales de Agosto se celebra en varias ciudades de Japón el Awa Odori, una danza tradicional para celebrar el Obon, la fiesta de los muertos.


El festival de Awa Odori del barrio de Koenji, en Tokyo, es el tercero más importante en Japón después del de Tokushima (en la isla de Shikoku), de donde es originaria esta danza, y del de Koshigaya (Saitama).

Así que el domingo pasado fuimos a Koenji donde más de 180 grupos, en total unos 12.000 bailarines!, recorrían las calles con sus danzas al ritmo de los tambores y las flautas.


En este baile existen dos roles distintos, el de la mujer, que lleva un extraño sombrero de paja, kimono y getta (sandalias de madera); y el del hombre con pantalón corto y un pañuelo en la cabeza. Lo que tienen en común los bailes de hombres y mujeres es que al caminar avanzan con el brazo y la pierna del mismo lado del cuerpo, al contrario de la forma de caminar natural.




El ritmo es muy rápido y hay momentos en que se acelera y los bailarines sudan a gota gorda para seguir la música.


Nada mejor para recibir los espíritus de los difuntos que música y alegría, no?